“Los estudios feministas tienen el potencial de instalar una posición crítica frente al racismo”

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El 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, proclamado desde 1966 por la Asamblea de las Naciones Unidas. Conversamos con la antropóloga social y especialista el politicas sociales, Fernanda Olivar, sobre la importancia de este día, el rol de la Universidad para combatir y erradicar el racismo y la discriminación y los desafíos que tiene por delante en su trabajo en CEIFem.

 

¿Qué importancia tiene este día y por qué lo recordamos?

En este día se conmemora la matanza de Sharpeville, un acontecimiento sanguinario perpetrado por el gobierno sudafricano en 1960 contra civiles que se manifestaban en contra del apartheid.  Recordemos que el apartheid fue un sistema de segregación racial institucionalizado en aquel país en el período entre 1948 y 1992, que se caracterizó por desarrollar mecanismos explicitos de jerarquización racial y sexista de la cual resultaron vulnerados los derechos humanos de la mayoria de la población de Sudáfrica, es decir, la población negra, ante la supremacía de la minoría blanca. En este período el derecho a voto era un privilegio reservado para esta minoría y se profundizaron mecanismos de desigualdad e inequidad tanto en la esfera pública como privada: los espacios públicos eran ocupados de forma diferenciada restringiendo la movilidad de la población negra de forma libre tanto en las playas, plazas, como en las instituciones. La población negra no tenía derecho a ocupar la ciudad o de hacer uso de los recursos y bienes, incluso de vivir por fuera de los espacios que les eran permitidos, es decir en las periferias. Este sistema llegó incluso a exigir a los ciudadanos sudafricanos negros sacar un permiso migratorio (pase) para transitar por las ciudades blancas, lo cual matrizó su desciudadanización y con ello, implantó la idea de la extranjerización tan frecuente en el imaginario social de sociedades que aún sin estar bajo un régimen extremo como el apartheid no reconocen como conciudadana a la población afro. Los pases se abolieron en 1986.

 

¿Qué implicancias tuvo esta legislación para las personas afro?.

La diferencia entre el apartheid, en tanto manifestación explícita, y otras formas del racismo que nos son más familiares es que con él se institucionalizó el racismo explícitamente. Si bien esto no sucedió en nuestra región e incluso en nuestro país tan claramente, de todas formas el ejemplo del apartheid coló en las instituciones y en su manera de proceder hacia las poblaciones de ascendencia africana, obstaculizando su pleno ejercicio de goce de derechos y deberes y reproduciendo su situación de desigualdad. El apartheid, como toda forma de racismo, consistió en una ingeniería social sustentada en el sexismo y el clasismo. Por eso, es importante reflexionar sobre los impactos de este sistema en la ciudadanía de las mujeres, quienes durante este período estuvieron tuteladas por cualquier hombre de su familia, impedidas de ejercer derechos e incluso de organizarse y manifestarse.

Si bien puede verse como una experiencia ajena y distante para nuestro contexto, lo cierto es que deberíamos tomar este capítulo de la historia para comprender que los elementos que sostuvieron el apartheid se encuentran activos y arraigados en la cultura de nuestras sociedades y que, como el racismo es contextual, es urgente la vigilancia sobre las opresiones que conjuga, de forma tal que sea imposible que una manifestación así vuelva acontecer.

 

¿Qué podemos hacer desde la Udelar y los estudios feministas interdisciplinarios para erradicar la discriminación racial?

La Udelar en tanto ente autónomo tiene varias tareas pendientes frente al combate al racismo y la discriminación racial. En primer lugar, aplicar la ley 19.122 para garantizar que en sus llamados la cuota se cumple y así comenzar a revertir la situación laboral de las personas afro puertas adentro. Por otro lado, esta ley compromete a los centros educativos a integrar en los contenidos historia de las poblaciones afrodiaspóricas y sobre todo promueve la investigación nacional, lo cual compete directamente a la Udelar.

En este sentido, los estudios feministas tienen el potencial de instalar una posición crítica frente al racismo, para lograr una producción de contenidos que aporten a la comprensión sobre qué han implicado hechos como este en la historia de la humanidad y promuevan abordajes innovadores de combate a estas imbricaciones. Especialmente, las miradas críticas y prefigurativas desde el feminismo interseccional y el afrofeminismo nos han permitido visualizar que nuestros cuerpos transitan diariamente un entramado donde interseccionan distintas opresiones—racismo, sexismo, clasismo, homofobia y lesbofobia, transfobia, capacitismo y tantas otras formas de discriminación—y también han cuestionado las formas de ser y hacer feminismo. Porque los estudios feministas apuntan a ser radicalmente transformadores, es por eso que CEIFem ha tomado la iniciativa de priorizar la perspectiva interseccional en nuestros estudios feministas interdisciplinares.

 

¿Qué desafíos conlleva transversalizar el enfoque interseccional en las líneas de investigación del CEIFem?

Es un enorme desafío ya que el centro posee varias líneas de investigación y en cada una se pretende el desarrollo interdisciplinario que contemple un enfoque interseccional y antiracista. Estamos aprendiendo colectivamente a dimensionar cada uno de estos abordajes y enfoques, es un trabajo en construcción y así entendemos que debiera realizarse la tarea que me convoca: compartiendo teoría, intercambiando ideas de cómo percibimos la interseccionalidad, cómo creemos que podremos aplicarla y de qué manera soñamos con lograrlo, interrogándonos sobre los caminos metodológicos pertinentes para su efectiva aplicación.

 

Fernanda Olivar, antropóloga social, especialista en políticas sociales, docente en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República e integrante del Colectivo de Estudios Afrolatinoamericanos de la Comisión Sectorial de Investigación Científica de esa casa de estudios, ingresó al CEIFem en febrero de este año como asistente con la responsabilidad de dinamizar el enfoque interseccional en las líneas de investigación del centro.

Fotógrafa: Nairí Aharonian