Elisa Novell se integró al CEIFem en abril de 2022, para realizar una práctica de investigación en la línea “La agenda anti-género en Uruguay: actores, discursos y estrategias”.
Novell es estudiante de la Licenciatura en Sociología en la Facultad de Ciencias Sociales y nos contó que eligió el proyecto del CEIFem porque destaca que le interesó el estudio de las derechas y por su compromiso con los estudios de género, “me parecía muy relevante lo que querían abordar”, señala.
El proyecto en el que Novell partició está integrado por las académicas feministas de distintas disciplinas Susana Rostagnol (antropología), Andrea Carriquiry (filosofía), Constanza Moreira y Niki Johnson (ciencia política), y también vinculó a la estudiante de antropología Francisca Iribarren.
Su participación fue financiada por el Programa de Iniciación a la Investigación interdisciplinaria para Estudiantes de Grado, cuyo objetivo es apoyar la participación en actividades de investigación propuestas por Núcleos o Centros del Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República (EI).
El 10 de noviembre, Novell presentó un póster en el EI como cierre de su participación en el proyecto. Conversamos con ella a propósito de esta experiencia en CEIFEm.
¿En qué consistió tu trabajo en CEIFem?
La mayor parte del trabajo consistió en mapear el universo del movimiento anti-género que investiga la línea y empezar a generar la base de datos de los actores que nos fueron asignados. A mi me tocó hacer el seguimiento de Carlos Lafigliola, Mercedes Vigil, Graciela Bianchi y del colectivo “Con mis hijos no te metas”. La idea fue seleccionar actores relevantes de la política, del sector intelectual para ir mapeando sus discursos en diferentes medios de prensa, redes sociales, etc. La consigna fue ver qué era lo que había y fue una codificación muy abierta, para luego ver cuáles eran las temáticas de género y diversidad en las que hacían foco.
Primero busqué qué había, para luego encontrar conexiones entre actores, diferencias en sus discursos. Ese relevamiento llevó la mayor parte del proceso -que duró en total desde abril hasta noviembre- y luego comenzamos con una primera aproximación a lo que fue el análisis de esos discursos, a través de la selección de algunas piezas representativas de cada actor.
¿Qué elementos podés destacar de esta experiencia?
Hubo varios desafíos vinculados a la interdisciplinariedad. El trabajo en conjunto con Francisca, en el que cada una hacía el seguimiento de distintos actores, tuvimos un continuo diálogo para mantener una coherencia en las bases de datos que hacíamos. En ese proceso detectamos que desde nuestras disciplinas ambas manejamos distintos parámetros metodológicos. En Sociología, por ejemplo, usamos el criterio de relevar todo, como criterio para darle confiabilidad y rigurosidad a la base de datos. Desde el punto de vista antropológico la forma de relevar los datos es diferente. Entonces nos dimos cuenta que en temáticas que se repetían mucho y había tuits similares ambas tomamos caminos distintos de registro. Eso fue muy desafiante, porque para mi había una forma correcta e incorrecta de hacer las cosas y fue interesante el desafío de encontrar criterios comunes para poder hacer que nuestras bases de datos fueran útiles para quien las use después. También nos enfrentamos a ciertos desafíos con las redes, al momento de analizar tuits, por ejemplo, porque en la carrera vemos poco de cómo abordarlas. De hecho fue una parte del proceso que no pudimos sortear, el relevo de esos datos, y que dejamos en suspenso en esta etapa por las complejidades que implica y los tiempos del proyecto.
Si algo resaltaría de la experiencia fue ver cómo personas de las diferentes disciplinas pensaban, en dónde ponían el foco.
¿Cómo fue el vínculo con el CEIFem?
Los intercambios entre las tutoras sobre en dónde poner el foco fue lo más enriquecedor para mí. Por ejemplo, me resultó más familiar el enfoque desde las Ciencias Políticas, por los puntos en común con la Sociología y por la cercanía institucional; en este sentido podemos pensar el tema desde una perspectiva de sistema de partidos, de izquierdas y derechas, de los efectos que luego esos discursos van a tener a largo plazo —por ejemplo en futuras leyes—, más allá de que, por supuesto, cada una puede tener su área de interés dentro de cada disciplina. Por otro lado, desde la filosofía se habla más de los efectos que éstos discursos tienen para el debate democrático, y la obstrucción a la construcción de la noción de ciudadanía, de debate, de democracia; este enfoque resultó más nuevo para mí.
En el poster que presenté para cerrar el proceso, analizamos la idea de familia que subyace a los discursos como un ejemplo, sirviéndonos de enfoques de las diferentes disciplinas y fue muy interesante ver cómo una misma cosa se puede analizar desde varias aristas distintas y cómo esto ayuda a ir desarmando el discurso. Tengo la certeza de que el análisis que surja de este proyecto interdisciplinario va a ser mucho más completo y profundo del que podría hacer un equipo compuesto por personas de una misma disciplina.
Por último, me gustaría resaltar lo lindo que es el CEIFem en sí mismo. Me sentí muy bien recibida. Me interesó mucho poder participar de las discusiones en las plenarias, de ver los desafíos de otros proyectos y las limitaciones. Me pareció que fue positivo que nos integrarán para ver cómo funciona la Udelar desde adentro y poder entrar en contacto con otras aristas de la Udelar y del desarrollo de los investigadores que desconocía. Destaco el compromiso feminista de todas estas mujeres que hacen muchas cosas, la posibilidad de participar de las Jornadas In[ter]disciplinadas en Salto y la oportunidad de ver las grandes discusiones políticas detrás de cada decisión. Siento que participé en algo mucho más grande que la línea de investigación y aprendí mucho.