Las rectoras

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Lo hicimos: armamos una ronda de mujeres bajo la tutela de los cuadros de Damaso Antonio Larrañaga y Manuel Oribe, y con la consigna “Si yo fuera rectora”. Nos juntamos a imaginar una universidad antirracista y no sexista, que nos incluya a todas, todos y todes y con un rectorado “que pueda jerarquizar los saberes y las prácticas feministas”. 

A 175 años de su creación la Udelar nunca tuvo una candidata a rectora mujer. Desde CEIFem, este martes 1 de abril -porque todos los meses se pueden poner temas feministas en agenda- invitamos a cinco mujeres para encabezar la discusión en la sala Maggiolo y propiciar, lo que fue, una potente y hermosa conversación; un ejercicio de imaginación política para responder a la pregunta ¿qué hacemos para atender y combatir la desigualdad en las estructuras de poder? 

¿Cómo imaginamos una Udelar feminista?, ¿Qué podemos hacer para avanzar hacia allí?. 

La estudiante Lucia Devicenzi Russi; la docente Guidahí Parrilla; la directora de la sede Rocha del CURE, Lorena Rodriguez Gallego; la bibliotecóloga y funcionaria TAS, Ruth Santestevan y la egresada y docente Julieta Núñez Tomas, acompañadas por la moderación de la investigadora Helena Suarez Val, nos contaron qué harían “Si ellas fueran rectoras”. 

Conversamos con propuestas y utopías. Parrilla propuso que tomaría la plataforma de la Asamblea de grados 1 y 2 con énfasis en abordar las condiciones laborales en la Universidad, propuso un salario mínimo para docentes de la Udelar y sumó a la agenda, repensar el papel que debe tener la universidad para con la política de cuidados tanto de las infancias, como también de adultos mayores .

Para Santestevan es importante dedicar esfuerzos a la mejora de los salarios, así como a la la carrera funcional y a la asiduidad en los concursos de ingreso y ascenso. Además destacó que desde su área, se realizan muchos esfuerzos para promover que todas las personas puedan estudiar, que en particular indicó que en la FCS dedican una parte importante de sus esfuerzos a la adaptación de materiales de las bibliografías obligatorias para estudiantes con discapacidad visual, por ejemplo. Ruth destacó que las Bibliotecas son espacios de inclusión y de equidad, espacios que permiten encontrar la información que se necesita, de contrastar ideas y posturas.

Por su parte, Rodríguez convocó a revisar los procedimientos administrativos, y  generar políticas para que la descentralización de la universidad sea una realidad y que no todas las decisiones dependan de Montevideo, lo cuál hace que muchos expedientes requieran de distintas instancias de validación, antes de su concreción. 

Nuñez Tomas se atrevió a preguntar ¿qué pasaría si ponemos una cuota de representatividad en los órganos de decisión? y ¿qué tipo de cuotas podríamos imaginar?. Como rectora entiende que necesitamos más presupuesto. 

Devincenzi Russi resaltó que es necesario que la Universidad se sincere y que ponga recursos para mejorar las prácticas de enseñanza: infraestructura, becas y acciones concretas como darle más presupuesto a la UCVAD. La estudiante remarcó que es necesario que ellas puedan ver a sus docentes siendo felices en la tarea de enseñanza y a otras mujeres en cargos de poder, como rectorado y decanatos, que sirvan para inspirar a las futuras generaciones.

Algunas de las rectoras coincidieron en que durante su gestión procurarán un mayor acercamiento entre las autoridades y les trabajadores, con la promesa de hacer de la Universidad “un lugar de trabajo agradable”.

Un tema central en la conversación fue ¿qué Universidad y para quienes? ¿Cuál es el vínculo que podemos tener con los diferentes territorios y sus necesidades?. Las que soñaron ser rectoras fueron tajantes: la Universidad no es para todas las personas, hay muchas razones por las que aún hay gente que no accede y no están dadas las condiciones para que todas las personas que logran acceder puedan permanecer y culminar sus trayectorias.

Sabemos que es tan importante la presencia de mujeres en espacios de poder, como que los cuerpos que estén en esos cargos combatan las estructuras desiguales. También sabemos que es una agenda que debemos construir entre todas y todes, por lo que Suarez Val invitó a quienes estaban “en el público” a imaginarse también rectoras y tomar la palabra y/ o compartir sus ideas en una pizarra online (recopiladas en este pdf).

“Toda política de mejora salarial en Udelar es una política de género” afirmó una de las presentes, en el entendido de que los grados 1 y 2 y el funcionariado TAS tienen un alto nivel de feminización. 

Se problematizó sobre el cogobierno, la ley orgánica que no incluye a muchos servicios ni da voto a las sedes regionales de la Udelar y, surgió la pregunta de qué pasa con estudiantes y egresades que realizan tareas no remuneradas en los distintos ámbitos de conducción.

Otras tomaron la palabra para enfatizar en que hay serios problemas de presupuesto y en que las políticas que la Udelar trazó para atender alguna de estas necesidades tienen recursos escasos y que el presupuesto diseñado para el próximo quinquenio no tienen una perspectiva de género y mucho menos feminista.

Además de presupuesto, las presentes coincidieron en la necesidad de revisar y optimizar algunas operaciones y en transformar una institución muy conservadora desde una gestión feminista. Hay procesos burocráticos que contribuyen a profundizar las brechas, sobre todo con los espacios universitarios que no están en Montevideo.

Hubo coincidencias en que es necesario trabajar y profundizar los datos para ver qué pasa con las trayectorias de hombres y mujeres que habitan la Udelar y que dedican una parte importante de su tiempo en cuidar a otras personas, y que hay que realizar estudios sobre el proceso de subjetivación en la Universidad. 

Julieta enfatizó en la necesidad de jerarquizar las prácticas e ideas feministas y propuso crear un prorrectorado de Género y Diversidades, mientras que otra compañera recordó que hay una propuesta de institucionalidad de género en el prorectorado de Desarrollo Institucional que ha tenido muchos recortes a su propuesta original presentada desde el Observatorio.

Para algunas de las presentes la cercanía con las elecciones universitarias abre una “ventana de oportunidad” para pasar al terreno de lo posible e impulsar la candidatura de una mujer feminista, para otras, es necesario  pensar en una agenda feminista e imaginar políticas desde un pensamiento colectivo más allá de candidaturas que se impulsen desde los órdenes. Todas celebramos el paso de imaginar la Universidad deseada y de que fue “un encuentro esperanzador” a pesar de que, como señaló Julieta, solo cuatro varones participaron del evento. Un dato no menor del lugar que estas preocupaciones tienen en nuestra Universidad.